1. El rey de hierro.
«¡Todo malditos, hasta la séptima generación!» Ésa es la terrible maldición que el jefe de los templarios, desde las llamas de la hoguera, lanza a la cara de Felipe el Hermoso, rey de Francia. Corre el año 1314 y la profecía parece haberse hecho realidad: durante más de medio siglo, los reyes se suceden en el trono de Francia, pero nunca duran mucho tiempo. De las intrigas palaciegas a las muertes súbitas e inexplicables, de las batallas entre las dinastías a las guerras desastrosas, todo parece fatalmente marcado por el signo de los reyes malditos. El futuro de Europa está en jugo durante esos años negros.
2. La reina estrangulada.
Tras veintinueve años de gobernar sin desmayo, el Rey de Hierro acaba de morir. Su muerte llega a casi seis meses de la de Guillermo de Nogaret y a siete meses de la del papa Clemente V. Parecía cumplirse la maldición lanzada desde las llamas de la hoguera por el jefe de los Templarios, que emplazaba a los tres a comparecer ante el tribunal de Dios antes de un año. A Felipe el hermoso le sucedía el trono de Francia Luis X, príncipe débil de carácter y pobre inteligencia, cuya esposa Margarita de Borgoña estaba encarcelada, acusada de adulterio.
Dos grupos antagónicos se disputarán el poder en una lucha sin cuartel, mientras el pueblo espera un nuevo papa y se ve acosado por la miseria. Las rivalidades, intrigas y conspiraciones llevan a la corte, a los prelados, a los jueces, a los banqueros y hasta al propio rey a una situación desesperada. Todo ello será preámbulo de un crimen...
Los venenos de la corona resucita los conflictos, odios, intrigas y crímenes que plagaron el reinado de dieciocho meses de Luis X. El desgraciado destino de la hermosa Clemencia de Hungría, llamada a ser reina de Francia y repentinamente viuda; los destinos truncados del joven lombardo Guccio Baglioni y de María de Cressav, cuyos amores debieron enfrentarse a las prohibiciones sociales; los destinos violentos de la condesa Mahaut de Artois y de su sobrino Roberto, separados por un odio acérrimo y, por fin, el trágico destino del rey Luis X que en pocos meses lleva la obra del Rey de hierro al borde de su destrucción.
Junio de 1316. Tras un corto y catastrófico reinado, Luis X acaba de morir envenenado. Han pasado sólo dieciocho meses de la muerte de su padre, Felipe el hermoso. Por primera vez desde hace trescientos años un rey de Francia desaparece sin dejar heredero varón.
La corona puede ir a parar a la cabeza de una niña de cinco años, sospechosa de bastardía, hija del primer matrimonio de Luis X con Magarita de Borgoña.
Durante los años 1318 a 1324, el país ha sido sabiamente gobernado, aunque azotado por diversas calamidades: la cruzada de los campesinos, la rebelión de los leprosos, agitaciones, masacres... Felipe IV el Largo muere sin haber llegado a los treinta años de edad y como su hermano Luis X no deja descendencia masculina. El tercer hijo del Rey de hierro, el débil Carlos IV sucede a Felipe V.
Durante su reinado, Francia será gobernada por representantes de la alta nobleza, Carlos de Valois y Roberto de Artois. El nuevo y dramático giro de la historia se originará en Inglaterra. La loba de Francia es el trágico sobrenombre que los cronistas de la época le dieron a Isabel, hija de Felipe el hermosa y reina de Inglaterra, quien pareció transplantar la maldición de los templarios al otro lado del Canal de la Mancha.
Con la muerte de Carlos IV se extingue la dinastía de los Capetos. El ascenso de los Valois al trono francés desatará la guerra de los cien años... La semilla del descomunal enfrentamiento ha caído en la tierra fértil de las rivalidades económicas, las ambiciones personales, los embrollos jurídicos y los resentimientos históricos. Fatalidades colectivas y trágicos actos individuales se suceden en este sexto volumen de la saga de Los Reyes Malditos. Un personaje domina estos años decisivos para el occidente europeo: el conde Roberto de Artois. Nadie ha puesto más empeño que él en coronar a su primo Felipe de Valois, y ahora espera recibir en pago la devolución de las tierras de sus antepasados...
En el séptimo y último volumen de Los Reyes Malditos, Maurice Druon revive el reinado de Juan II al promediar el siglo XIV. Este monarca ha pasado a la historia como Juan el bueno; sin embargo, la realidad fue un hombre vanidoso y cruel, a la par que indeciso e incapaz. Francia atraviesa una época de intensas crisis. El país se ve desgarrado por luchas entre clanes y facciones, Inglaterra pretende dominar todo el territorio francés, la inflación es galopante. Los impuestos aplastan a la población, la Iglesia atraviesa una profunda crisis dogmática y moral, la peste asuela el país y el rey acumula error tras error
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